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Ronald Sánchez Caigua (32 años), Antony Maza Muñoz (28) y Miller Fermín (33), presuntos miembros de un grupo delictivo, quedaron detenidos por el caso de unos comerciantes
Barcelona.- El Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) de Barcelona encontró elementos para vincular a tres supuestos miembros de la banda “los oxicortes”, con la desaparición desde el pasado 4 de enero de una pareja de colombianos y de dos hombres nativos del estado Táchira.
Este lunes fueron privados de libertad Ronald Sánchez Caigua (32 años), Antony Maza Muñoz (28) y Miller Fermín (33), por los delitos de asociación para delinquir y desaparición forzada de personas.
La medida fue dictada por el juez Séptimo de Control, Héctor Musso, a solicitud de la fiscal nacional 42 Yulimar Amaricua y el Tercero de Anzoátegui, Marcos Hernández.
Los detenidos están señalados en la desaparición de la joven Nercy Valencia Barroso y Alexander Leal Ojeda, una pareja de novios de Colombia que viajó desde Cúcuta a Puerto La Cruz, supuestamente para comprar un vehículo.
También los relacionan con el caso de los andinos Pedro Casas y Pedro López, quienes venían desde San Cristóbal, estado Táchira, en un camión color verde, para vender frutas y verdura en Puerto La Cruz.
Los tres sospechosos quedaron detenidos en los calabozos del Cicpc mientras continúan las averiguaciones.
Sin concretar
En este caso también fueron capturadas por el Cicpc, Yelitza del Carmen Morales, de 38 años, y una adolescente de 16 años.
Las arrestaron en una finca en el sector Guariquero de Panamayal, zona rural del municipio Bolívar, donde fueron localizadas partes y piezas del camión en el que viajaban los tachirenses.
Cerca del lugar hallaron restos humanos calcinados, a los que les hacen las pruebas antropológicas para determinar a quiénes pertenecen.
El Tribunal 7 de Control le acordó a Morales una medida cautelar con fiadores, al igual que a la adolescente, pero no han logrado la libertad por la falta de personas que respondan por ellas.
La mujer se halla en la Comandancia de la Policía del estado y la menor de edad en el Centro de Coordinación Policial (CCP) ubicado en El Viñedo.
Temor
Habitantes del sector Guariquero de la población de Panamayal tienen temor de hablar sobre la banda “los oxicortes”.
En un recorrido realizado por el diario El Tiempo en esa zona, algunos moradores decían “no saber, ni haber visto nada” de lo ocurrido.
Una persona que se reservó su identidad dijo que la organización delictiva llevaba años operando en la zona.
“Esto no es nuevo. Lo que pasa es que ahora salió a la luz; pero quién sabe cuántos muertos más habrá en ese fundo”, comentó.
Otro habitante refirió que las personas involucradas en el hecho son residentes del sector desde hace años. “Aquí muchos saben quiénes son ellos y a lo que se dedicaban, sólo que las personas tienen miedo de hablar”.
Se conoció que el cabecilla de “los oxicortes” es buscado activamente por los organismos policiales.
En el sector lo definieron como un hombre “sumamente peligroso ”.
Las personas consultadas coincidieron en que es la primera vez que ocurre un crimen en la localidad.
Sin embargo, sectores de Caigua y Panamayal parecieran ser usados para “picar carros”, pues en el trayecto de la carretera se pueden observar restos de vehículos, algunos quemados.
Para ir a estos caseríos desde Barcelona, al llegar a Los Potocos se toma el primer retorno adyacente a una estación de servicio. Primero se encuentra la población de Caigua y posteriormente el de Panamayal, en cuya jurisdicción está ubicado Guariquero.
El fundo donde las autoridades hallaron los restos humanos calcinados está a unos 10 minutos en carro por una carretera poco transitada, de tierra y granzón. El área es solitaria y con mucha vegetación. De noche es muy oscura.
Algunos vecinos expresaron que en el lugar no existe patrullaje policial.
Sin seguridad
“La policía no se mete por aquí. Sólo vienen cuando pasan hechos específicos. Esta semana se ha visto movimiento por el hallazgo de una osamenta, presuntamente de unos desaparecidos, pero de resto no llegan”, manifestó uno de los vecinos del sector Guariquero. El módulo policial más cercano se encuentra en Caigua, lo que representa una distancia en carro de 20 a 30 minutos.