Funcionarios de la subdelegación del Cicpc de El Tigre continúan las averiguaciones sobre la muerte de cuatro personas cuyas sepulturas fueron violentadas
El Tigre.- En menos de un mes han sido profanadas cuatro sepulturas de personas que han sido asesinadas, en los cementerios municipales de Simón Rodríguez y Guanipa.
Los funcionarios de la policía científica subdelegación El Tigre andan tras la pista de los autores del cuarteto de homicidios, supuestamente cometidos en actos de venganza.
Se presume que estos actos vandálicos fueron realizados por los mismos autores de los crímenes.
Una fuente indicó que han activado labores de inteligencia y seguimiento para dar con los responsables de estas prácticas macabras.
El 13/12/2013, a solo 10 horas de haber sido enterrado Jorge Luis Prado (22 años), conocido como “el macagua”, sus restos fueron quemados dentro del ataúd en el cementerio de El Tigrito.
El hecho fue detectado por Jesús González, quien junto con su esposa Gladys Prado, acudió al camposanto para echarle agua a la lápida de concreto.
Este suceso fue atribuido a la banda de “el coco” Bolívar.
La madrugada del 24/12/2013, en el cementerio de El Tigre fue violentada la bóveda de Génesis Antonio Bruces (23), quien había sido enterrado el día anterior, tras ser asesinado el 21 de diciembre en el callejón Urdaneta del sector Pueblo Ajuro.
Ese día discutió con dos sujetos que le dispararon en cuatro oportunidades.
El 2/1/2014, en la misma necrópolis hicieron lo mismo con el cuerpo de Jean Carlos Jesús Zurita Reyes (19), apenas tenía nueve horas después de ser inhumado.
El muchacho fue ultimado en la vía de El Caris el pasado 30 de diciembre.
El mismo día, a las 8:30 de la noche, en San José de Guanipa ejecutaron una práctica similar con los restos de Sandro Yorvanys Jiménez Campero (21), a quien habían sepultado cuatro horas antes.
Jiménez murió el 1/1/2014, al recibir un fuerte golpe en la cabeza cuando sostuvo un altercado en la cancha deportiva del sector José María Vargas I de El Tigrito.
Indignación
Carlos Jiménez, tío de Sandro Yorvanys Jiménez Campero, señaló que unos vecinos sintieron el olor a carne quemada en el cementerio. Considera que es un hecho atroz y morboso lo que hicieron con los restos de su sobrino. Pidió a las autoridades garantizar que los muertos puedan descansar en paz. Señaló que esto se lograría con mayor vigilancia policial en el cementerio de San José de Guanipa.