Luis Ricardo Itriago, de 37 años, compartía la noche del pasado domingo con su esposa Neimar Pinto Pérez, cuando un individuo, aún sin identificar, le disparó frente a su casa
Barcelona.- El sindicalista de la construcción Luis Ricardo Itriago Ferrer, de 37 años, a quien llamaban cariñosamente Ricardito, fue asesinado la noche de este domingo cuando se hallaba frente a su domicilio en la vereda 3, cruce con callejón Urica de Barrio Sucre en Barcelona.
Según relataron unos vecinos que se abstuvieron de identificarse, Itriago estaba con su esposa Neimar Pinto Pérez y su suegra, cuyo nombre no fue suministrado.
Supuestamente, unos sujetos pasaron por la vereda en un automóvil Chevrolet Corsa gris, desde donde dispararon contra Luis Ricardo.
El sindicalista recibió dos tiros en la cabeza y otro en la espalda.
Otra versión indica que los criminales andaban a pie.
Los parientes trasladaron a Itriago al ambulatorio ubicado en el mismo barrio.
Una comisión del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) ingresó el cadáver de Itriago en la morgue del hospital Luis Universitario Luis Razetti. En el libro de novedades quedó registrada la entrada de los restos a las 9:30 pm.
Padre de familia
El suegro de Ricardito refirió que su yerno dejó dos hijos de 9 y 6 años, producto de su unión conyugal con Neimar. Agregó que él era buen esposo y padre. Demandó que se haga justicia.
El hombre dejó de declarar porque una joven le dijo: “Abuelo, no le des explicaciones a nadie”.
Una fuente expresó que Luis Ricardo Itriago carecía de registro policial.
Indicó que los funcionarios de la subdelegación barcelonesa del Cicpc adelantan las averiguaciones para identificar a los asesinos.
En ese sentido interrogan a parientes y vecinos de la familia. Aún no han precisado el móvil del homicidio.
Se supo que los policías retuvieron a dos hombres que supuestamente guardan relación con ese hecho, pero no ha sido confirmado.
El delegado
Un vecino que prefirió mantenerse en el anonimato mencionó que Luis Ricardo Itriago tenía ocho meses desempeñándose como obrero en Petrocedeño. Afirmó que era delegado sindical en la construcción de La Casa de la Mujer y de la Escuela Bolivariana Ángel Celestino Bello de Barrio Sucre. “El que a hierro mata, a hierro muere”, expresó otro residente al referirse al asesinato del sindicalista. Ambos señalaron que Ricardo Itriago, encargado de un autolavado en la capital del estado, está inconsolable por la muerte de su hijo Ricardito.