Los residentes del postgrado de ginecología y obstetricia denunciaron que fueron agredidos luego de que su colega, Leidi Navarro, informara a una familia la muerte de un bebe
Barcelona.- Comisiones del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) y de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) se apersonaron a la mañana de ayer en el hospital Luis Razetti de Barcelona.
¿El motivo? Los funcionarios entrevistaron al personal para conocer las circunstancias en que fueron agredidos física y verbalmente dos especialistas, seis médicos, enfermeras y camilleros en la sala de partos.
La peor parte le tocó a la residente de 2° año del postgrado de ginecoobstetricia, Leidi Navarro, a quien los miembros de la familia Yaguaramay Astudillo presuntamente halaron por los cabellos y la tumbaron en el piso.
Unos médicos, que prefirieron mantenerse en el anonimato, refirieron que Navarro fue atacada a las 8:30 pm del pasado lunes tras notificarle a unos parientes que había fallecido una recién nacida, hija del ama de casa de 23 años María Laura Yaguaramay.
La bebé de 34 semanas de gestación midió 48 centímetros y pesó 2,430 kilos al nacer.
Según indicaron, al conocer la noticia, los familiares de la parturienta tumbaron sillas y mesas, y rompieron una pared de yeso en la sala de partos. Los galenos se resguardaron en el quirófano.
Los profesionales de la medicina demandaron vigilancia policial o militar permanente en la sala de partos, pues los parientes de una paciente también agredieron fisica y verbalmente a las enfermeras.
Los médicos piden que solo entre al recinto un familiar por cada paciente.
Un doctor afirmó que hay poco personal y exceso de trabajo en el servicio de ginecoobstetricia del Razetti.
“La sala de partos es una zona de guerra. Los residentes hacen guardias de 24x24 horas. En un día realizan varias cesáreas y legrados (raspado de la mucosa del útero)”.
Se supo que en tal servicio atienden un promedio de 20 parturientas por día, en su mayoría adolescentes de 15 a 18 años. La fuente dijo que no maneja la estadística de mortalidad de recién nacidos, aunque afirmó que es baja.
La estudiante de administración de empresas, María Eugenia Yaguaramay y las amas de casa Evelyn Yaguaramay y Yanetzy Paraguán están consternadas porque su pariente María Laura perdió a su recién nacida.
Cesárea de emergencia
Las Yaguaramay contaron que el pasado domingo su hermana tuvo pérdida del líquido amniótico, y al día siguiente la llevaron al hospital Razetti.
“Un médico que entregó su guardia la mañana del pasado lunes recomendó que le hicieran una cesárea de emergencia. Pero los demás doctores opinaron que ella podía parir, pues así había nacido su primer hijo”.
Las señoras indicaron que la médica María Martínez- quien sería hija o sobrina del presidente del Instituto Anzoatiguense de la Salud (Saludanz) Eduardo Martínez- le dio unas pastillas a María para facilitar el parto natural.
“A las 4:30 pm del lunes la bebé nació, al parecer muerta, pero el personal informó que estaba viva”.
Las mujeres dijeron que luego de que manifestaran su decontento por el deceso de la niña, los médicos acordaron que no iban a recibir parturientas en el Razetti, pues las iban a mandar para el hospital del Seguro Social Domingo Guzmán Lander del sector Las Garzas.
Paraguán aseguró que es falsa la versión de que ellos rompieron los vidrios en la entrada principal del Razetti.
Aseveró que tal daño lo hizo un pariente de la doctora María Martínez, después de que unos oficiales de la Policía de Anzoátegui y unos reservistas no lo dejaron entrar al recinto.
“El individuo fue arrestado por funcionarios de la Brigada hospitalaria, que al rato tuvieron que dejarlo libre por orden del gobernador Aristóbulo Istúriz”.
En la morgue del Razetti estaba consternada la comerciante María Suárez, quien expresó que su nieta de 12 días de nacida murió por supuesta negligencia médica. Dijo que el pasado domingo al parecer perecieron tres bebés.
El Tiempo trató de conocer la reacción de los directivos del Razetti y de Saludanz, pero no fue posible conseguir respuesta.
“¿La van a revivir?”
Las amas de casa Yanetzy Paraguán y Evelyn Yaguaramay se quejaron del trato irrespetuoso de una enfermera, cuyo nombre ignoran, en la sala de partos del hospital universitario Luis Razetti. Las mujeres aseguraron que la profesional de la enfermería, de contextura gruesa, les dijo: “La niña se murió. ¿Acaso la van a revivir? Dejen el drama y me desocupan el pasillo”.