La madre una joven asesinada el pasado mes de mayo en una caseta de la PNB en Boyacá V, espera que se determine quién fue el responsable de la muerte de su hija
Barcelona.- En la última semana, Princesa, una perrita de pelaje marrón, ha sentido la ausencia de su ama.
Cada noche, la mascota se acuesta debajo de un altar donde está el retrato de su dueña: una joven de 15 años que pereció baleada el 27 de mayo 2014 en la azotea de la casilla de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), en Boyacá V, en Barcelona.
Princesa acompañó a Carmen, madre de la víctima, en los rezos por el eterno descanso de la muchacha que familiares y allegados realizaron durante siete días continuos.
No asume lo ocurrido. Cuando despierta, mantiene esperanzas de ver con vida a la mayor de sus cuatro hijos. Sueña con su retorno a la casa #1 de la vereda 44 de Tronconal IV.
Eso sí, no pierde la ilusión de que se haga justicia.
“Mi hija era buena. Le gustaba salir a la calle e ir a fiestas. Siento que la maldad le truncó sus sueños”, dice mientras aprieta un rosario con fuerza.
“Ella era mi orgullo y mi alegría. Deseo que todo se esclarezca. Alguien debe asumir la responsabilidad de su muerte”.
Su tristeza se agudizó desde que se inició el presente mes. De no haber fallecido trágicamente, su hija se prepararía para festejar su cumpleaños 16. Nació el 28 de junio de 1998.
Recuerda la fatídica noche en la que la violencia le arrebató a su “retoño”.
“Ella estaba dormida y, como a las 9:30 pm, no quería pararse de la cama porque se sentía mal. 15 minutos después se levantó para buscar a su hermana menor. Antes de irse me dio un beso en la frente y jamás volvió”, relata mientras las lágrimas recorren sus mejillas.
Mairobis Rivas, tía de la infortunada, no oculta su rabia. Piensa que los oficiales del recinto policial no cumplen sus funciones.
“Esos policías deben evitar que los menores de edad anden en la calle a las 9:00 pm. No entiendo cómo dejaron entrar a mi sobrina en la casilla”.
Mairobis tuvo la desdicha de identificar el cadáver de la quinceañera.
“Como a las 10:30 pm, me avisaron que a la niña le habían disparado. No pensaba que la habían matado. Subí a la platabanda de la casilla y estaba su cuerpo bañado en sangre”.
Asegura que tras el incidente, los agentes trataron de ocultar evidencias. “Ellos (policías) no querían dejar ninguna huella. Limpiaron y sólo quedaron pequeños coágulos de sangre en la platabanda”.
Un peligro
Edgar Núñez, quien vive frente al Centro de Alta Tecnología José Martí, considera que el punto de control representa un peligro para la comunidad.
“Esa caseta es un hotelito. Los policías acosan a las muchachas para hacer cosas indebidas. Para evitar más desgracias, hay que remover al personal”.
Núñez, estudiante de Ingeniería Industrial en la Universidad de Oriente (UDO), no quiere que cierren la casilla, pero tiene razones para querer que se marche la PNB.
“Siempre hace falta seguridad. En la noche, cualquiera se puede meter a robar. Quiero que cambien al personal porque son puros chamitos (jóvenes entre 20 y 23 años) que no saben manejar armas ni actuar en situaciones peligrosas”.
El comerciante Daniel Rondón vende alimentos en la barriada. Indica que desde el 1ro de enero tres ciudadanos han muerto en el módulo de la PNB.
La primera víctima fatal fue Jesús Rafael Velásquez Carrillo (36 años), quien falleció la noche de Año Nuevo en un supuesto enfrentamiento. Posteriormente, ultimaron a dos menores de edad.
“Creo que para acabar con el problema se deben respetar las normas de convivencia entre vecinos y funcionarios. Sólo así finalizará la violencia”.
En Tres platos
El arma con la que fue ultimada la hija de Carmen Gil, en un hecho acaecido el 27 de mayo de 2014, fue una pistola Pietro Beretta de calibre nueve milímetros. Se presume que el instrumento pertenece a un efectivo de la PNB.
El supuesto autor material del asesinato de la chica de 15 años (un chamo de 16 años) está detenido en el retén de menores de Barcelona. Por el hecho también fue privado de libertad un miembro activo de la PNB.
El 1ro de junio, residentes de los sectores IV, V y VI de Boyacá protestaron en las cercanías del polígono de tiro de la capital anzoatiguense.Exigieron la liberación del presunto homicida de la quinceañera. Dicen que es inocente.
Juicio
David González, habitante de Boyacá V, dijo que la dirección estadal de la PNB acordó llevar a un tribunal disciplinario a los funcionarios implicados en el asesinato de la quinceañera.