Gisela María Parra (42), recibió un disparo en el abdomen que le causó la muerte. La madrugada del miércoles llegaron a su casa uniformados de la PNB que le tocaron la puerta
Barcelona.- Golpes en la puerta de su casa despertaron sobresaltada a Gisela María Parra, de 42 años, y a su concubino Jhonny Martínez.
Ambos decidieron no abrir la porque eran más de las 12:00 de la noche del miércoles, además se dieron cuenta de que se trataba de varios policías que habían saltado la cerca.
Según relataron familiares de Parra, entre los uniformados enfurecidos porque no obtenían repuesta, uno de ellos, sacó un arma de fuego y disparó al interior de la vivienda mientras que otro golpeó con su puño uno de los vidrios de la ventana lo que le causó una herida cortante en la mano.
Uno de los proyectiles alcanzó al ama de casa en el abdomen.
Las detonaciones despertaron a los vecinos, quienes se acercaron a la residencia de Gisela María y por ello los supuestos policías se retiraron del lugar en sus motos.
Martínez, junto a un vecino, llevó a su mujer a la emergencia del hospital Luis Razetti, pero ésta ingresó sin signos vitales.Eran la 1:10 de la madrugada.
Eran más de cinco
Los parientes no precisaron el número de oficiales, pero sí afirmaron que eran más de cinco y vestían uniformes de la Policía Nacional Bolivariana, al parecer, de la brigada motorizada que está asignada al sector Mayorquín, en el municipio Bolívar.
Omaira Parra, desconsolada por la muerte de la cuarta de sus diez hijos, dijo que Gisela vendía de todo en una bodega que tenía en su casa.
Agregó que recientemente se enteró de que hace tres meses unos policías nacionales fueron a la residencia de su muchacha a quitarle dinero y ella tuvo que darle tres mil bolívares.
Meurys Pastrano y Elves Para, primas de la víctima, manifestaron que ahora hay que cuidarse más de los policías que de los mismos “malandros”.
Pidieron justicia y que el caso no quede impune. “No es justo lo que hicieron”.
Tras obtener las declaraciones de Jhony Martínez, único testigo del homicidio, detectives del Eje de Homicidio del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) de Anzoátegui, procedieron a detener a cuatro funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana y un quinto está prófugo.
A estos oficiales le harán pruebas de análisis de trazas de disparos. También retuvieron sus armas de reglamento para someterlas a experticias.
Ayer, el fiscal auxiliar XIX, Ernesto Cova, presenció la autopsia y recabó el proyectil del cuerpo de la víctima.
4 policías
detenidos y uno prófugo es el resultado de las primera investigaciones que realiza el Cicpc de Barcelona por la muerte de una comerciante en su residencia de Mayorquín. Trascendió que los uniformados detenidos son Héctor Pacheco, Rodrigo Cardozo, Francisco Calderón y Jonathan Castillo. Y el agente Juan Estanga está evadido, y al parecer, fue quien disparó el arma.