Isrrael Wesceslao Mendoza, de 47 años, ingresó a su residencia en el edificio Tepui Caribe de Lechería, el pasado martes y no volvieron a verlo
Barcelona.- La presencia de moscas y un mal olor que salía de uno de los apartamentos, alertaron la mañana de ayer a copropietarios del edificio Tepui Caribe, ubicado en la calle Los Uveros con avenida Píritu, en Lechería.
No era para menos. Al abrir el apartamento 107 del piso 1, funcionarios de la Policía del estado a quienes notificaron de los hechos, localizaron el cadáver en avanzado estado de descomposición del chef Isrrael Wenceslao Mendoza, de 47 años de edad.
Tenía amarrados las muñecas y los pies con unas vendas, y se encontraba a un lado de la cama en ropa interior.
Algunos residentes del edificio quedaron sorprendidos cuando se enteraron de que el hombre había sido golpeado en varias partes del cuerpo y estrangulado con una sábana.
Al parecer el homicida entró con Mendoza al inmueble porque las cerraduras del apartamento no estaban violentadas.
Ensañamiento
Ernesto Ollarves, uno de los propietarios, dijo que vieron por última vez al chef cuando llegó al conjunto residencial en su vehículo el pasado martes.
Comentó que el Hyundai Elantra, color gris, placas AA429XB, quedó en el puesto del estacionamiento que le correspondía.
Habitantes de las residencias Tepui Caribe fueron consultados y dijeron que no escucharon gritos ni ruidos extraños. Presumen que Mendoza tenía cuatro días de muerto.
Indicaron que al parecer el criminal violentó una caja fuerte y se llevó lo que había en su interior.
Uno de los trabajadores de seguridad comentó que vieron salir por la rampa del edificio a un sujeto que cargaba varios objetos.
Otros vecinos creen que el asesino era conocido del chef, quien al parecer acostumbraba a llevar a sus amigos a su propiedad.
Una comisión del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) de la subdelegación de Barcelona, llevó los restos del hombre a la sede policial para realizarle las pruebas de identificación y autopsia.
Los funcionarios realizaron un “barrido” en el apartamento para buscar huellas dactilares que permitan conocer la identidad del asesino. También recolectaron evidencias.
Revisan las cámaras de video de otros edificios para ver si captaron alguna imagen del homicida.
9 años
llevaba Mendoza viviendo en el edificio Tepui Caribe y era directivo de la junta de condominio. Tenía su propia compañía y en un local en la vía de Píritu se dedicaba a elaborar y vender comida para empresas. Una sobrina de la víctima dijo que su tío tenía ocho hermanos y no saben nada de lo ocurrido porque casi no lo veían.