Nixon Jair Rojas (42) y su ayudante de 13 años fallecieron la noche del martes en la troncal 11 cuando, al parecer, el hombre invadió el canal de un expreso con su camioneta
Clarines.- Eran las 8:20 de la noche del pasado martes, cuando el colectivo número 11 de la línea Expresos Valle Guanape, un Encava, placas 6017A8B, de 52 puestos, todos ocupados, impactó contra una camioneta Chevrolet, color blanco, placas 601-ACK, del año 1980.
En el siniestro fallecieron dos personas y otras seis resultaron heridas.
El hecho ocurrió a escasos 200 metros de la Estación de Servicios Los Canarios de Clarines, municipio Bruzual, diagonal al galpón de Tuboaceros de Oriente, C.A.
Testigos aseguraron que el chofer del autobús echó gasolina en esa bomba, y apenas salió a la carretera la camioneta le invadió el canal, lo que produjo la colisión.
Era el último viaje que hacía el autobús ese día. Cargó pasajeros a las 6:00 de la tarde en el Terminal de Barcelona, en el sector La Aduana.
En el siniestro murió el chofer de la camioneta Chevrolet, Nixon Jair Rojas, de 42 años de edad, de oficio panadero, quien viajaba con un adolescente de 13 años, quien también falleció.
El menor trabajaba por primera vez como ayudante del comerciante. Ambos estaban residenciados en Clarines, zona oeste de Anzoátegui.
Detalle
Según el director de Protección Civil de Bruzual, Fernando Perdomo, de los 52 pasajeros del autobús, resultaron lesionados su conductor Cruz Alberto Chacin Alfaro (60), Ana María Herrera (19), Euclides Alcalá (20), María Hernández (14), Diomar Morón (36) y Nohelys Vargas (14).
Esta última presentó traumatismos severos y fue remitida al hospital universitario Luis Razetti de Barcelona, mientras que los demás, por tener lesiones de menor gravedad, fueron asistidos en el hospital tipo 1 Antonio José Rondón Lugo de Clarines.
Relató Perdomo que los cuerpos de Rojas y el niño fueron rescatados utilizando equipos hidráulicos, pues quedaron aprisionados en el latón.
Lamentable
Humberto López recuerda a su amigo como un hombre trabajador.
Relató que era un excelente panadero. Parte de su mercancía la distribuía en otras poblaciones como Guanape, Valle de Guanape, El Guapo y Cúpira, a donde viajaba constantemente.
Vivía en el sector Cruz de Belén de Clarines. Era casado y dejó dos hijos.
Prudencia
Muchos choferes de colectivos no acatan la orden de los 80 kilómetros por hora, velocidad reglamentada. Similar es el caso de los conductores particulares pues, según el comandante de Tránsito Clarines, sargento Luis González, pasar los 120 kilómetros por hora, es una imprudencia. Por eso exhortó a los que viajan, a no violar las normas.