Ramón García describió al marido de su hija como un hombre violento, pervertido y manipulador. Añadió que éste consideraba a los niños un estorbo
El Tigre.- Ramón García, abuelo del niño de tres años que falleció a causa de una intoxicación al consumir yuca amarga, acudió ayer al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), subdelegación El Tigre, para exigir que se esclarezca el caso.
Dijo que sospecha que la acción no fue un accidente sino premeditada, porque Críspulo Rosario González, padrastro de los infantes, no los soportaba ya que eran un “estorbo” en la relación que sostenía desde hace más de un año con la madre de ellos, Regina López.
Además, lo describió como un hombre violento, pervertido y manipulador. Este comportamiento habría originado que los vecinos y el consejo comunal del sector Los Rosales, donde vivían anteriormente, decidieran tumbarle el rancho para que se fueran.
En este sentido, instó al organismo policial a ahondar en las averiguaciones por considerar que existen contradicciones en las declaraciones de la pareja. Afirmó que detrás del casucha que construían en la calle El Imperio del barrio La Montañita hay siembra de yuca amarga y ellos conocían los efectos del tubérculo.
Cuestionó que a nadie se le ocurrió recolectar los utensilios utilizados para cocinar conchas de la verdura y otras evidencias.
“Estoy a la espera de la autopsia que se supone arrojará envenenamiento, pero habría que determinar si fue intencional o no, ya que es extraño que Críspulo, quien es agricultor, no se haya percatado ni padeció ningún síntoma, y mis dos nietos sí”, aseveró.
Regina López, al ser entrevistada, señaló que su marido nunca tuvo una mala intención con sus hijos. “Al contrario, trabajaba para mantenerlos”.
Reiteró que el pasado lunes 12, compartían en la morada de amigos que los ayudan a levantar una barraca en La Montañita, cuando Críspulo llegó y decidió sacar la yuca para cenar. Aseguró que no supo diferenciar de qué tipo era.
“Lo cierto es que él acudió a la guardia en la vigilancia, mientras que yo dormí en Los Rosales. Los niños se quedaron en ese lugar. Luego llamaron a las 5:00 am para avisarme que uno estaba muerto y el otro convalecía con vómito y diarrea”, indicó.
Una comisión de la Policía Municipal de Simón Rodríguez los retuvo y después los dejaron ir al hospital y la morgue.
Se conoció que el infante de cinco años se recupera.