José Odremán, de 43 años; Maikel Contreras (31), José Tovar (24), Jesús Rodríguez (33) y Carmelo Chávez (34) fueron los miembros de los colectivos fallecidos este martes
Caracas.- Familiares de los cinco hombres muertos este martes en Caracas, en dos enfrentamientos con el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), clamaron por justicia.
Aseguraron que sus parientes eran inocentes, luchadores sociales y responsabilizaron de lo ocurrido en el edificio Manfredi de la esquina de Glorieta, en Quinta Crespo, al ministro de Interior, Justicia y Paz, Miguel Rodríguez Torres.
Tras la reyerta, los predios de la morgue de Bello Monte fueron tomados por la Policía Nacional Bolivariana para evitar confrontaciones entre colectivos y funcionarios del Cicpc. Ayer a las 8:30 am hubo relevo de guardia.
A esa dependencia trasladaron los cuerpos de José Miguel Odremán (43), jefe del colectivo 5 de Marzo y sargento jubilado de la Policía Metropolitana, su escolta y segundo jefe del colectivo, Maikel Antonio Contreras Bernal (31), exoficial de PoliCaracas y estudiante de comunicación social en la Universidad Santa María (USM); José Ángel Tovar Contreras (24), dueño de una cauchera en Las Adjuntas; Jesús Rodríguez (33), reservista del Ejército y vigilante de una red de farmacias; y Carmelo Chávez (34).
Un mismo saco
Los cadáveres no pudieron ser revisados por el Cicpc en los hospitales Vargas y Pérez Carreño, porque miembros de los colectivos lo impidieron.
Regularmente los afectos al oficialismo evitan dar declaraciones a la prensa privada, pero este miércoles se desbordaron en expresiones.
“El ministro Rodríguez Torres dio la orden de que los mataran y Sierralta los satanizó”, dijo Migdelia Bernal, madre de Maikel Contreras, quien se definió como “revolucionaria desde los 13 años y crié a mi hijo con los mismos principios. Maduro, yo te conozco, nos reuníamos en la sala 1 de Parque Central. Averigua bien, mi hijo no era delincuente”.
Ella hace trabajo social en Valles del Tuy y la llamaron a las 4:00 pm para darle la noticia. “Mi hijo era noble, defensor de esta revolución que se volvió podrida. Trabajaba en las tomas de edificios, vigilaba los refugios, organizaba las colas en supermercados. Yo sé lo que tengo”.
No niega que haya “algunos mala conducta” en los colectivos, pero “no pueden meter a todos en un mismo saco”.
A Maikel lo llamaron a las 10:00 am, después que muriera Carmelo Chávez en el primer enfrentamiento ocurrido al amanecer, y acudió en apoyo. Usaba arma de fuego y tenía porte legal.
Fue escolta del abogado Carlos Enrique Peña, vicerrector administrativo de la USM, era amigo del diputado Robert Serra, recientemente asesinado, y montó guardia en el Parlamento durante el velorio en capilla ardiente.
Los detectives del Cicpc secuestrados el martes fueron Hender Rafael Hernández, Carlos Moncayo (de Capturas) y Frank González (de Homicidios). Los metieron en el edificio Manfredi, donde está la sede del colectivo Escudo de la Revolución, los golpearon, a uno le fracturaron los dedos, y les aplicaron tortura psicológica.
Isidra Riera vino de Falcón a buscar el cuerpo de su hijo Jesús Rodríguez. Él vivía con su esposa y dos hijos en el piso 8 del referido edificio. Prestó servicio militar en Fuerte Tiuna, fue escolta del general Lucas Rincón y de Eliézer Otaiza. “Nunca tuvo problemas con la justicia” .
Odremán laboró más de 25 años en la PM, en la Brigada Motorizada y en la Zona 6 de Quebrada Honda. Se encontraba en Cotiza cuando lo llamaron para avisarle que habían matado a Carmelo.
Investigación
Douglas Rico, subdirector del Cicpc, dijo que los funcionarios que allanaron el martes el edificio Manfredi, investigaban el homicidio de una mujer. Hubo resistencia y murieron dos personas. Por retaliación, 20 hombres armados secuestraron a tres detectives y en el rescate cayeron otros tres hombres.